El concurso de innovación tecnológica, MIT Technology Review Innovators Under 35 Awards, que en esta ocasión, premiaron aquellas soluciones que resuelven problemáticas en las áreas de biotecnología y medicina, energía, nanotecnología y materiales, informática y hardware, Internet y Web, software, transporte y telecomunicaciones, son:
Dariana Rodríguez. Logró convertir las semillas de aguacate en un inhibidor bacteriano para productos alimenticios y de limpieza industrial que también puede aplicarse en hospitales y áreas quirúrgicas. Utiliza los acetogeninas, derivados de ácidos grasos que se encuentran solamente en los aguacates.
César Esquivel. Desarrolló Blooders.org una plataforma digital que conecta a los donadores de sangre anónima altruista con los pacientes que la necesitan. Desarrolló esta solución para reducir los tiempos de espera y facilitar el proceso de donación. Desde 2015 ha logrado 2,000 donaciones beneficiando a más de 6,000 pacientes.
Daniel Vogel. Democratizar el acceso a los servicios bancarios fue lo que lo llevó a desarrollar Bitso, una plataforma móvil para que los ciudadanos y las empresas mexicanas puedan hacer transacciones basadas en Bitcoin -dinero en moneda digital en lugar de efectivo- desde cualquier teléfono móvil de forma rápida, fácil, segura y transparente.
Maurits Montañez. Su innovación consiste en una aplicación con contenidos multimedia en diferentes lenguas indígenas. Kernaia es el nombre de la aplicación, y fue diseñada con el propósito de integrar a diferentes grupos étnicos en la cultura digital y preservar sus lenguas nativas. Los usuarios pueden consultar y subir contenidos en su propio idioma. Está escrita en Mixteco, Maya, Purépecha, Nahuatl, Arhuaco, Huitoto, Sikuani y Wayuu, aunque Montañez espera cubrir 1000 idiomas.
Adrián García. Con la plataforma online INFOOD los pequeños productores agrícolas pueden comunicarse directamente con los consumidores finales. De esta forma, se reduce el número de intermediarios en el proceso de venta, las comisiones y el abaratamiento de costos. Los productores se registran en el portal y después la empresa certifica sus productos con un código QR para que el consumidor pueda buscar y elegir lo que quiere comprar.
Fernando Mier-Hicks. Creó un laboratorio de pruebas diseñado para construir y levitar nanosatélites y estudiar cómo se comportarán en el espacio exterior. Con esta innovación ya no es necesario viajar al espacio, se puede medir de forma segura y económica el empuje de los nuevos diseños.
Enrique González. Fue reconocido por la creación de su empresa Genius Food, que rescata las frutas y verduras desperdiciadas por defectos de estética principalmente, para convertirlas en aditivos naturales y mejorar la calidad de los alimentos. Recupera las semillas, tallos, piel o cáscara de las frutas y hortalizas para extraer las fibras, proteínas y antioxidantes.
Octavio Novelo. La innovación en finanzas personales de este emprendedor destacó con el desarrollo de su aplicación móvil Zave App, pensada para ahorrar dinero a corto y mediano plazo. Es una alcancía en un celular, es decir, la aplicación redondea la cantidad de cada pago que el usuario realiza con su tarjeta bancaria (debe vincularse con la app) y deposita el exceso de cambio en su propia alcancía. El usuario puede gastar la cantidad de dinero ahorrado en comercios asociados con Zave App o transferirlo a su cuenta bancaria con un costo extra.
Christian Peñaloza. La neurociencia cognitiva ahora tiene un avance científico y tecnológico con la creación de un módulo de IMC (Interfaces Cerebro-Máquina) que aprende a reconocer los comandos de una persona con parálisis a través de la inteligencia artificial. El dispositivo en forma de sombrero, recibe las señales cerebrales y se interpretan con una computadora para asociar cada pensamiento con una acción. Por ejemplo, si una persona quiere apagar las luces cuando está cansada, el sistema registra automáticamente la señal y le asigna un código. Así, cada vez que la persona sienta fatiga enseguida apagará las luces.
Luis Pacheco. Busca democratizar el uso de las tecnologías de fabricación digital. Por esta razón, inventó ScratchyCAD, un software que enseña a los niños a diseñar por si mismos diferentes objetos tridimensionales en una computadora para después poder imprimirlos. La propuesta cumple un doble objetivo: facilita el acceso a las tecnologías, pero al mismo tiempo los niños aprenden matemáticas, geometría, programación y a crear objetos virtuales en tercera dimensión.