Los países más “avanzados” dentro del comercio digital en Latinoamérica son México y Brasil en donde los volúmenes actuales de ventas han superado cualquier expectativa, de hecho, por primera vez en un país de la región el B2C (Del negocio al consumidor) alcanzó el 1 por ciento de participación en el PIB. Hablamos de Brasil, un país que se ha caracterizado por su desarrollo rápido y constante, al que quitar el 1 por ciento de la participación PIB no es para nada una tarea fácil.
Aprovechando la globalización digital de la vida latinoamericana, la constante búsqueda de entretenimiento en Internet y el alcance de las redes sociales, se han creado nuevos canales transaccionales y se ha abierto un mercado que hasta hace poco no era explotado como es el caso del sector socioeconómico medio-bajo y bajo que constituye ahora parte importante de estas operaciones.
Se ha comprobado que la mayoría de los usuarios de internet en Latinoamérica visitan sitios de ventas online con el principal objetivo de comparar precios y no con la idea de comprar pero, una vez que observan las ofertas y precios competitivos que el sector online es capaz de ofrecer, deciden dar un voto de confianza a este tipo de comercio.
La velocidad desmedida con la que el comercio digital avanza y gana terreno lo han hecho caer en una etapa “poco usual” en donde su crecimiento supera la capacidad de sus infraestructuras y no viceversa como normalmente ocurre con los distintos modelos de negocio en donde, el consumidor marca la pauta pero al final es él quien se adapta a los cambios.
Por lo tanto la logística es el área de operaciones que se ha visto totalmente sobrepasada ante el modelo de ventas digital y es claro, que una mejora en las estrategias que implican distribución, entregas y devolución de productos, la confianza de los clientes aumentaría y harían crecer en la misma medida el número de conversiones online. Aunque el modelo digital ha generado grandes expectativas debido a la enorme visibilidad que otorga a los bienes y servicios de una empresa, además de ser guía e inspiración para la creación de estrategias y servicios en la red, enfrentará aún varios retos. Desde mejorar la forma de los procesos de compra con el fin de hacerlos más rápidos y seguros, hasta la adaptación que pueda tener a un entorno diseñado para el crecimiento.