La más reciente actualización del sistema operativo de Google, el más utilizado en todo el mundo, ya se encuentra disponible para los dispositivos Nexus y pronto, a medida que los fabricantes lo vayan incorporando, empezará a llegar al resto de aparatos del ecosistema.
Como es habitual, pasará un tiempo antes de que su adopción se generalice, pero hay razones de peso para dar el salto cuanto antes, muchas de ellas vinculadas con la seguridad.
En primer lugar, la nueva versión de Android incorpora una función que ha sido bautizado como Direct Boot, pensada para que el dispositivo se ponga a trabajar inmediatamente tras reiniciarse. De esta forma, si el dispositivo se apaga y vuelve a encenderse sin que el usuario se percate, los servicios y aplicaciones que estén programados para ello comenzarán a funcionar enseguida, esto incluye ‘apps’ cuya importancia es especialmente crítica como los antivirus, que podrán proteger el terminal desde el primer momento.
Por otro lado, la actualización Android restringe los permisos compartidos entre aplicaciones e impedirá que las ‘apps’ con acceso de administración accedan a opciones especialmente sensibles como cambiar el PIN o la contraseña del dispositivo.
Otra novedad interesante, que hará más llevadero el imprescindible proceso de instalar todas y cada una de las mejoras disponibles, es que a partir de Nougat (pero solo para nuevos aparatos que lo tengan instalado de fábrica) no tendremos que esperar, como hasta ahora, a que las aplicaciones se configuren una a una tras completarse el proceso de actualización. Era un trámite que podía llevar hasta media hora, en función del número de ‘apps’ del dispositivo, y que en el futuro se realizará en segundo plano, mientras seguimos utilizando el terminal.
Todas estas mejoras y otras de menor calado hacen que pasarse a Nougat sea una prioridad para todas las empresas que trabajan con Android. Solo hay que esperar a que los fabricantes tengan lista la actualización.
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