Una muestra de las grandes innovaciones que hacen los estudiantes y centros de investigación del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se puede apreciar en la XXIII Semana Nacional de Ciencia y Tecnología que se lleva a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México.
Demostraciones de química recreativa, una casa sustentable, muestras de robótica y minirobótica, simuladores en 4D (Cuarta Dimensión), drones y autos hechos en su totalidad con materiales reciclados, son algunos de los proyectos que la institución educativa exponen en el estand de 625 metros cuadrados distribuidos en 20 secciones, lo que lo convierten en el más grande de esta feria de las ciencias.
Jorge Juan Sánchez, jefe de la división de operación de unidades académicas de la Dirección de Educación Superior del IPN, destacó en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico que la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología es una oportunidad para que la comunidad en general conozca los numerosos proyectos que el Politécnico realiza.
“Hay muchos proyectos, y nos gustaría traer más. Son 27 unidades académicas de nivel superior, y en todas ellas se está innovando, además hay 18 de nivel medio superior y los centros de educación y de investigación. Esa es la intención de la Semana de Ciencia y Tecnología, que los niños vean qué es lo que se hace, que conozcan que con la química también podemos jugar y se les despierte una vocación”, destacó.
Uno de los proyectos es la creación de ladrillos hechos de PET, material que es fácil de conseguir, ya que se utilizan botellas de plástico desechables para bebidas. Alumnos de ingeniería mecánica de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), en Culhuacán, fueron los creadores de este proyecto, el cual tiene la característica de soportar una presión de mil kilos por centímetro cuadrado. Además, el PET sólido tiene también propiedades flexibles, lo que lo hace eficiente en caso de temblores, además de que es aislante de calor y de ruido.
También alumnos de la licenciatura en nutrición del Centro Interdisciplinario en Ciencias de la Salud, utilizan productos como la cáscara de sandía para crear cereales altos en fibra y nutrientes básicos. El cereal Sandiflakes promete aportar en una pulgada cuadrada de la cáscara de sandía la ingesta diaria de vitamina C y B6, y en combinación con el cacao, lo hace único.
Además, el IPN presenta un cargador de batería diseñado por la ESIME Zacatenco, que con la ayuda del movimiento diario en la rodilla, puede generar carga suficiente para una batería externa de un teléfono celular; otro proyecto es un guante desarrollado por la ESIME Culhuacán, que utiliza la persona parapléjica para comunicarse por medio de una computadora; otro más es un “zarcamotor” desarrollado por la Escuela Superior de Cómputo, que es un verificentro portátil, el cual, por medio de un electrodo se conecta al auto y mide los niveles de contaminantes del vehículo.
La XXIII Semana Nacional de Ciencia y Tecnología estará en el Zócalo de la Ciudad de México hasta el día de hoy, 28 de septiembre; la entrada es gratuita.
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